Había un ruido esa noche, King M, como se hacía llamar ese muchacho, se empeñaba en buscarlo, no era un ruido cualquiera, era la cuidad que se abría ante su mirada y que escuchaba cada latir de su corazón, en ese momento, la calle estaba sola casi con un ambiente lúgubre que recorría todas las fachadas, frío, para él era extraña esta sensación, justo esa noche no recordaba en donde estaba, acababa de salir de una situación que este había olvidado, que su mente se esforzaba por recordar y al mismo tiempo olvidar, este chico, se dividía en dos, se desdoblaba ante el atroz hecho que acababa de presenciar, además, mientras recorría la calle con su ropa manchada de sangre, los ojos bien abiertos cual ventana al espacio, un par de telescopios que miraban sin saber que era lo que veían en realidad y tratando de buscar lógica en su vida y hechos que se hacían estrellas al andar, formando constelaciones que , en su mente tenían sentido pero que la sociedad habría pensado en que estaba loco; Fue justo en ese momento cuando se sentó y con la mirada perdida, desfalleció, su corazón que hasta ahora había soportado todo ese sufrimiento y que lo llevó hasta ese punto desde su niñez marchita, pero feliz, emitió el ultimo respiro a las 2 am en Miami, pero no sería hasta dentro de unos cuantos años después que su consciencia dejaría de estar presente en la mente de personas que ni siquiera lo conocían.

EL INCIO

-Hey Kevin, Chris! –Dijo nuestro querido amigo con aire de aventura y una mirada maliciosa que observaba como dos de las mujeres más hermosas de su escuela desfilaban con sus faldas cortas pero no exageradas ni eróticas, dejando ver al mundo y a su cámara un par de hermosas piernas largas que resaltaban ante el ambiente del caos de una ciudad como Miami – Miren lo que tengo

No dejes que te pillen, acaso ellas no te han dejado en claro que no les gusta que las fotografíes? – este era Chris obviamente echándose para atrás en todas las aventuras que M les proponía.

– Enser…

-Shhh

-Que pasa? – exhaló Chris

-Nada, que necesito concentración así que callense los dos

Ojos abiertos, apuntando, click, flash y una obra de arte lista para ser desvelada con agua en un baño oscuro de cualquiera de las casas de estos traviesos gamberros con aires de grandeza y adultez, que en el fondo escondían los sueños más “maricones” que haya visto un narrador como yo en mi vida.

 

Una mirada al reloj, eran las 4 de la tarde y el sol se iba…

Me tengo que ir muchachos seguimos mañana –M siempre dando el aire de salida

– PUTA MADRE YO TAMBIEN, me van a matar – No tengo que precisar quien era este personaje

– Pues… supongo que me quedo solo, adiós Chris, Adiós Alejandro y con el dedo del medio levantado con unas palabras mágicas- ¡Que los jodan! El día terminaría para estos tres mosqueteros y cada uno tomaría camino por su cuenta.

Alejandro llega a su casa, su madre lo recibe furiosa, es una casa humilde en uno de los barrios que rodean la ciudad, es de mediana clase, pero los soporta a él y a su familia, que en este caso se refiere a lo que queda de ella, gracias a su hermana sumisa a lo que dictamine el amor de su vida, la marimba, la ganyah , la lechuga del diablo y la verdura maldita, su hermana repite estas palabras en voz alta con una mirada fiestera, su hermano intuye que está drogada y sigue por el corto pero significativo pasillo que termina con la puerta de su habitación, como si cada invitado estuviera obligado a seguir ese camino; sin responderle una sola palabra a su madre, la cual le grita

– Se cree muy machito para responder o que bobo hijueputa?

En este momento, los ojos de su madre se convierten en dos miras militares, alista el proyectil 2…1…0, la chancla le da al blanco justo antes de que se encierre en su cuarto, Alejandro la recoge y cierra la puerta de su habitación con la chancla de su madre adentro, ella no tiene más remedio que andar sin una chancla por la casa haciendo la comida y alistándose para dormir, para ser sincero, se veía graciosa a gritos, sin que su madre se diera cuenta, M captura el momento de disgusto de su madre, sus mejillas hinchadas por la ira y el fruncimiento de su seño al pensar en lo que pasó hace 10 minutos, en el reloj de la pared apuntan las 5 pm.

Son las 11 pm de un viernes 13 era septiembre, Alejandro M. todavía no tiene sueño y empieza a pensar en ella, en quien?, si , en ella, su compañera, su amante, la chica que le encantaba y que no tenía miedo de dar todo por él, su Julieta, su amada; el recuerda la noche en la que perdió su virginidad con ella, recuerda el acto, recuerda su pecho, recuerda su mirada y recuerda el sentimiento, todo junto para hacer un compendio de los recuerdos más hermosos en su vida, tiene razones para decir: Fue el mejor día de mi vida…, ese fue la noche en la que sus problema desaparecieron, se hicieron a un lado, en su mente su padre había vuelto, su madre habría dejado de odiarlo y su hermana habría dejado la marihuana, solo fueron 5 minutos, cinco minutos de amanecer, cinco minutos escondido.

¡RIN RIN RIN! (Esta es la única manera en la que soy capaz de representar

Jueputa se me olvidó quitar la alarma, y ahora que hago?, un sábado despierto a las 6 y media? Nooooooo por favor! – Cabe resaltar que Alejandro Cursaba su último año de bachiller en el High School Of Florida, un colegio público en el que todo el mundo inlcuido él luchaba por sobrevivir, un auténtico zoológico en el que lo importaba no era ganar los años académicos, lo importante siempre fue sobrevivir de esa pesadilla y ese infierno en el que las personas trataban de parecer cosas que nunca han sido, esa manada de gamberros incluidos los maestros rogando por que se acabe un día más de los muchos míseros que vendrían y que, probablemente no iban a ser mejores para la mayoría de las personas en esa institución, resultaba ser un lugar extraño, plagado de drogas, sudor y en los pasillos se podía ver con atención el comportamiento agresivo que resaltaba en el lugar, a pesar de que el pasillo principal resultaba ser un lugar perfecto para las parejas que deseaban un momento de tranquilidad entre besos que después serían indiferentes a la hora de la clase, incluso siempre se supo de algunos romances profesor/ alumna y viceversa en los cuales nunca hubo secreto alguno y sin embargo nadie hizo nada al respecto, en general, Alejandro siempre se las arregló con su pandilla para hacerse los malos, un aspecto de frialdad cruzaba sus miradas cuando las personas en su Escuela los veía pasar, el cual infundia un respeto directo hacia esos 3 cuasi mafiosos que en realidad no pretendían serlo y aun así si se los llegaba a conocer como yo, se podría encontrar en ellos un olor a altruismo y cordialidad que rodeaba sus cabezas y sus mentes, eran tres mosqueteros en busca de nuevas aventuras que los llevara la satisfacción, en busca de una razón por la cual vivir y por la cual luchar, esa, tal vez, es el verdadero motivo de la existencia de un adolescente, buscar su realidad, buscarse a sí mismo.

Después de una odisea en su cama tratando de volver a dormir, M se resignó y optó por hacerse el desayuno, aunque, sin desfallecer aún , trató de convencer a su madre con halagos para que esta se lo hiciera, a pesar de todo, era su madre, ellos tenían su confidencia, su amor, escondido pero allí estaba, con recelo miraban siempre al pasado en sus noches intranquilas, se contaban cosas y se burlaban de otras, con ellos dos, la vida siempre fue lo más jovial y satírica posible, a pesar de todo, se amaban. Como su madre no respondía M decidió servirse leche y cereal, que puta pereza hacer algo más- decía, ese día como muchos otros, salió con sus amigos, se divirtió un rato, tomó fotos claro, ¿de que?,

Hey Kevin mira esto, es bello ver cuan hermoso puede ser el espíritu de la ciudad no crees?, revela los secretos de aquellos transeúntes que, sin decir nada lo dicen todo, ese de allí, ¿ves?, seguramente sale a trabajar, debe estar algo agobiado por que no se le ve claramente, o mira ese otro, tiene dos mujeres abucheándolo, quien sabe?, a lo mejor lo descubrieron siendo infiel, por eso las dos mujeres lo abuchean, no lo sé hermano, es simplemente que me toca el corazón, ¿sabes? Encuentro en esto mi relajación, mi desdoble, es algo raro.-

Hermano, tu ves cosas que yo no, no encuentro lo que tú, no soy capaz de leer el idioma callejero incluso con éste de lengua materna, tal vez tienes eso.. mm, que era?, ah si talento hahahaha.-

Puede, no lo sé.-

Relajalo, mejor vamos a tomar algo, tienes dinero?.-

Algo pero no mucho.-

No te preocupes, si algo, tengo un poco de sobra.-

Gracias, oye, ¿sabes donde está Chris?.-

La verdad es que no sé, supongo que sigue durmiendo, no lo veremos hasta las 8 pm o algo así, no te apresures, la mañana es bella.

Author: Manuel Lopez Chacon

Estudiante del Colegio La Salle de Pereira, Grado 10

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