El Libro a través de Mario Mendoza

Advertencia al lector: Lo expuesto en el siguiente ensayo/análisis no pretende ser ley general ni tampoco tenerse por encima de otras opiniones, el siguiente texto está abierto a debates y otras manifestaciones de oposición o aceptación. El siguiente ensayo da por hecho que usted se leyó los libros en él mencionados, si usted no lo ha hecho por favor detenga la lectura.

Vamos a tomar al toro por los cuernos… hablar de Mario Mendoza no es hablar de alguien que escriba por escribir y cumplir con su trabajo, para hablar de él y lo que su obra significa sería un error no tomar en cuenta tanto sus obras consideradas “Buenas” como las que probablemente no lo son para muchos, sería un despilfarro de tiempo, por lo tanto trataré de analizar sus obras más notables y/o las que crea que serán necesarias para explicar los puntos que trataré.

El Propósito:

Mario residió en Hof Ashkelon, una de las zonas más peligrosas del planeta. Fue después de este viaje cuando, al regresar a su país, empezó a publicar algunos artículos en diarios y revistas colombianas” Fuente: Wikipedia

¿Por qué es necesario traer a cuento este articulo?, es fácil, sin embargo ésta pregunta no tendrá una respuesta explícita, más bien trataré de responderla con el siguiente punto.

Mario Mendoza tiene una fascinación por lo Mundano, agresivo, deshumano y nos lo comunica con cada uno de sus libros. Remitamonos a 1998, lanzamiento de Scorpio City, el cuento que marcaría su género, su manera de escribir e incluso, lo que es Mario hoy en día a pesar de no ser su primer relato. En el libro nos narran la vida de un policía, aunque, hay algo curioso en la manera en que Mario trata la historia, ¿Qué es? Durante todo el libro oímos a Sinisterra narrando hechos que le ocurren en su día a día, cosas del común, los caminos que toma para seguir con los rastros, cuando recuerda su primer vez con una prostituta, etc, sin embargo , lo curioso y lo que hace a este libro tan especial, es la narrativa, es decir, la manera y los recursos que utiliza el escritor para describir, ambientar y desarrollar una historia. La intención del escritor y la manera en la cual la comunica nos dan a pensar en Sinisterra como un policía no alejado de la realidad, lo humaniza, lo mima y se toma su tiempo para desarrollarle una personalidad, una historia; el libro nos habla de realidades y es allí cuando sinisterra deja de ser una persona ajena, se convierte en nosotros, lo que ve, lo que siente, lo que piensa y sus preocupaciones se hacen nuestras para convertirnos en sus complices, lo que me hace pensar que Mario intenta comunicarse con el lector más allá de contar una historia, Mario nos habla, nos cuenta sus experiencias , nos dice que asi como nosotros, él también es Sinisterra, nos cuenta con asombro lo que vive, es un niño diciéndole a sus padres lo que aprendió en el día y lo contento que está en comunicárnoslo, es por eso que entrando a Satanás deja ver y reluce lo que aprendió en su obra pasada, pule la formula sin llegar a desgastarla y la hace llegar a su punto más sincero, más delicado. No es nada nuevo, otra vez sutilmente Mario desarrolla la personalidad de sus personajes con el ánimo de que el lector se encariñe con ellos, juegue y se entienda con cada una de las realidades de las cuales se exponen allí, esto cuento no viene gratis y todo tiene un propósito el cual no ha cambiado desde Scorpio City y si el lector de este ensayo se leyó Satanás se dará cuenta de que cumplió su cometido!, el cual era nada más y nada menos que darle a los personajes un aire de realidad, ¡ESTÁ CLARO!, el recurso que utiliza para que entremos de llenos en la historia tiene nombre, Andrés, María y Ernesto, Mario no le da importancia a la clase social , ni a la religión, no son personajes idealizados, Heroicos, son personas que tienen problemas, incluso cada uno de ellos se encuentra con quien sería su asesino, podría ser cualquiera, en realidad no sabemos quien podría atentar contra nosotros en un futuro y tampoco le damos importancia…Aunque sin importar todos estos puntos positivos, Mario comete errores, si bien se da el trabajo de darle una personalidad a Campo Elías, no lo hace para que el lector vea con los ojos de él el mundo como lo hizo con los demás personajes, es irónico pero Mario lo sataniza desde un principio, no da espacio al lector para tomar en cuenta a Campo Élias como un personaje , si no que (Como cliché de pelicula Americana) te dice a gritos: Éste tipo es el enemigo, no deja que el lector se de cuenta de lo acomplejado que es éste y no digo que este se lo merezca pero es necesario que en una novela como esta se tome en cuenta el panorama completo y más sabiendo como es Mendoza.

(En este punto se pueden incluir parcial o directamente libros como: Lady Masacre, Cobro de sangre, Apocalipsis, la ciudad de los umbrales, entre otros que sinceramente no me he leído)

DE LO MARGINAL AL CUERPO DE PÁGINA

Después de lo relativamente “normal” en la sociedad Colombiana, lo que lamentablemente se trata de, las bandas criminales, los asesinatos, las drogas; se encuentra algo que genera en Mendoza cierto acervo de morbo, esto es, lo marginal, lo que aunque cotidiano, se esconde bajo las sombras aún más lejos de lo mencionado anteriormente, más no por esto perverso y a esto me refiero directamente a lo que es La Melancolía de los Feos.

Antes que nada cabe resaltar que en este libro Mendoza se aleja de su formula mágica pero no por completo, el libro empieza con lo que sabemos, Mendoza dándole a sus personajes carácter y mostrándoles a los lectores con que tipo de personaje van a lidiar, sin embargo en este libro esta parte no ocurre de manera natural, que es a lo que me refiero cuando digo que se aleja de la formula, Mendoza hace de esto algo protocolario, como si ya esta parte estuviera incluida por obligación y no por satisfacción, es algo sintético lo cual hace que no todos los lectores veamos en sus personajes una admiración o una relación afectiva que nos haga sentir que vivimos en sus zapatos, el libro comete el error de alejarnos de los personajes y verlos como espectador observando una historia que no tiene que ver nada con nuestra realidad y sin la intención de ser gracioso, es básicamente como pretender que el papa de la iglesia cristiana mire una pelicula de budas; aunque le parezca bella o le guste lo que en ella se expone, hasta allí llegaría su relación con el relato, es allí donde Mendoza se pierde en el denso bosque de lo mediocre.

Sin embargo hay otra cosa que cabe resaltar en un subtema que llamaré La filosofía de Mario Mendoza; al leer algunos de sus libros podemos darnos cuenta de una fascinación personal del autor hacia un libro en específico y que hasta ahora ya es mencionado en 4 de sus libros, este es, El Misterioso Caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde, si hay algo que podemos extraer de allí , es su obvia fascinación por la filosofía de las dos personas que habitan dentro de un cuerpo, ¿Por qué?, como recurso narrativo le facilita mucho las cosas, sin embargo, no es allí donde se encuentra el meollo del asunto, Mario encuentra en este libro la respuesta a muchas preguntas que en sus libros se plantean; Es aquí donde se encuentra con otro factor el cual es (aunque suene raro), el hecho de que cada uno de los personajes de Mario ocupa una parte de su ser y una parte de un compendio de experiencias personales, es obvio que esto no es realmente corroborable y es solamente una teoría, no conozco a Mario , pero a pesar de todo esto, la “evidencia” está allí, es por eso que este texto ya mencionado anteriormente constituye gran parte de la redacción escrita de Mario , el cual bebe mucho de él para construir sus historias, que a la vez, son historias propias; esto se puede evidenciar en el siguiente texto:

“¿En que plano existen los personajes de un escritor, de un pintor o de un cineasta?¿Es el arte menos real que la realidad? ¿Es la realidad virtual menos real?” –Extracto de: La Melancolía de Los Feos

*El anterior extracto es un ejemplo perfecto de la teoría del autor como personaje y vicevesa, el autor convirtiéndose en el personaje y el rompimiento de la cuarta pared.*

¿És o no és? El Mario Mendoza sintético

Hay algo que me deja intranquilo en este ensayo y que me hace sentir que si no lleno ese vacío la calidad del ensayo se va a ver reducida, me refiero al hecho de Mario Mendoza y lo sintético que llega a ser en La Melancolía de los Feos, ¿A que me refiero cuando hablo de “Sintético”? siendo obvio, podríamos decir que algo con este nombre, no sería natural, a Mario se le puede rotular con esto, ¿Por qué?, en el capitulo anterior hablamos de la cuarta pared en el escritor y las historias, se relaciona con algo muy obvio, ¿Qué es?, se es sintético cuando se intenta hacer algo con lo que uno no se ve representado, así de simple, Mario Mendoza no es una criatura de las tinieblas, por lo tanto, la relación que Mario tiene con el personaje no llega a un punto en el que verdaderas personas “Feas” se sientan identificadas, este es un problema muy grande, para explicarme, pondré un ejemplo bastante recurrente, ¿Alguna vez alguien en cualquier circunstancia una persona Mayor le ha explicado algo con un tono “juveníl” para acoplarse con los estudiantes? ¿Alguna vez una persona con un cargo x le ha explicado como es hacer algo lo cual esta persona no realiza? El lector notará algo recurrente, estas personas o se ven ridículas (que es lo que pasa en La Melancolía de los Feos) o simplemente el discurso sonará muy técnico y teórico, esto es normal, la pesona no sabe realmente lo que está hablando, se entiende, pero a la hora de narrar, es un problema grave. Cualquiera que lea esto dirá, ¿Cómo pudo Mario narrar Satanás sin llegar a esto?, la respuesta no es solo una, son varias:

  1. Satanás se basa en una historia real, lo que quiere decir que es más fácil para Mario describir algo que pasa, que es realidad incluso para él y que lo apasiona.
  2. A pesar de ser lo que fueran, los personajes en Satanás, eran personas “normales”, como Mario Mendoza, incluso económicamente parecidos a Mario, incluso para retratar a María, etc, solo hacía falta ver la realidad de las familias colombianas, con una muestra le pudo haber bastado.