Fria, sola y lúgubre… esas son las 3 unicas palabras con las que puedo describir la noche en la que te conocí y sin llegar a entrar en detalles acerca de los sentimientos encontrados en cuanto te vi, solo pude saber que quería estar junto a ti, aunque el amor sea tan cliché en este mundo e incluso los sentimientos se vuelvan tan asquerosamente mundanos y subjetivos esa sonrisa de niña loca me mantuvo fuera de este mundo durante mucho tiempo, sé que puedo parecer un loco o un psicopata, pero fue así y es por eso que a ti mi hermosa niña moribunda, que yaces fría, sola y lúgubre te dedico todos los sentimientos y aflicciones que en ti fundé, yo puedo entender que sea contradictorio lo que te voy a decir a continuación ya que nunca en mi vida creí en ese tipo de cosas, sin embargo, de verdad espero que lo único que me acompañe a mi tumba sin contar la muerte…sea tu recuerdo. Con eso concluyo el prólogo de esta carta, que consigo lleva todas nuestras aventuras que aunque no sean muchas, están llenas de significados.
CARTA #1
Era una noche distinta, no se como explicarlo pero aquella vez decidí ir a caminar, para serte sincero esa noche estaba buscando una prostituta o incluso llamar a una amiga que me viniera a acompañar; Sin embargo me dio pereza ir a la sexta y decidí seguir por la calle tercera mientras pensaba en… no se en que estaba pensando en ese momento en realidad, supongo que habrá sido acerca de mis padres, de mi hermano y de la universidad, eso creo…
Recuerdo perfectamente que estaba pasando la esquina donde se cruzaba para ir a ver a las putas, pero no me detuve ni giré, seguí recto sin detenerme a pensar en lo que realmente quería hacer esa noche.
Pasé por el Barba Roja , ya sabes, ese bar al que todo el mundo va pero que huele a sudor, a sangre y a sexo, estoy casi seguro que más que todo olía a eso, pero nadie sabía a que se debía, creo que a nadie le importaba lo que estuvieran haciendo algunos estúpidos en el baño o los polvos que se habrán echado incluso en la cocina, pero para nadie era un secreto que la cocina era un lugar prácticamente publico y desolado en donde la cocaína era fácil de consumir, incluso las cucharas y el fogón eran de gran ayuda para los drogadictos con el Crack, me gustaba bastante ese bar, se que a ti no y nunca te lo confesé por temor a que te enojaras.
Tampoco te conté de a donde iba realmente las noches en las que te decía que mi hermano estaba otra vez muy enfermo, supongo que alguna vez llegaste a sospechar, pero esa era una de las cosas que amaba de ti, no te importaba lo que hiciera con tal que llegara sano.
Nunca te fui infiel, y eso es una de las cosas que me orgullecen de haber estado contigo ya que por fin en mi vida logré comprometerme con algo y lo cumplí, no puedo decir eso de mis anteriores compromisos o incluso de mi propia carrera, siempre fui un poco… desorientado, eso fue algo que nunca me lograste corregir por más que hayas intentado, por cierto, buen intento, casi lo logras, hubiera querido que lo intentaras más, entiendo que te hayas cansado…blablablá y toda esa mierda sentimental que ya parece protocolo al hablar de estos temas; siguiendo con esa noche, recuerdo que me senté en un parque simplemente a ver las estrellas y seguir con mis pensamientos existenciales, aunque ahora entiendo que no merecían la pena, después de quedarme dormido en una banca 2 horas antes de media noche y por más de veinte minutos, decidí levantarme, llegue a la panadería y oh sorpresa!, me comí un pan en una panadería, es irónico, o no?, si no recuerdo mal , te gustaba ese lugar, tenía una vista del resto de las calles que te parecía romántico y a mí me daba ternura que pensaras de esa manera, te confieso algo?, el pan, como mi vida en ese momento, estaba seco, llegaste, eras para nada como habría soñado al amor de mi vida, una chica con pelo negro, pálida, con gafas(aunque siempre se te vieron lo contrario a una nerd), ojos más negros que el propio universo pero amplios en su inmensidad y fácil de caer en ellos como un agujero negro.. , te sentaste y dijiste
–Hola! -Con una sonrisa pintada en tu cara como si te hubieran puesto la luna en medio de tus mejillas-
…-Hola?- dije con algo de confusión
-te conozco?
-Obvio que no me conoces tontín pero lo vas a hacer– agregaste aún sonriendo
Solo ahora recuerdo porque lo decías, creo que siempre supiste que eras encantadora y que le gustabas a le gente, siempre has tenido un… cierto sentido del encanto que no sé cómo describir…, es algo, raro…
Esa noche después de que me acompañaras en mi sabrosa merienda en la cual me encontraba bastante solo, me invitaste a caminar, no lo entiendo, sigo sin entenderlo hasta el día de hoy, porque te sentaste esa noche conmigo? no es algo normal sabes?, ¿Por qué?!, pasabas por ahí y me viste? , que viste en mí? , como puedes entrar en una conversación con un completo desconocido, pretender que son amigos, literalmente entrar en la vida de él …y después… irte como si nada?… nunca lo pude entender…
CARTA #2: (SIN NOMBRE)
Lo siento por lo que dije anteriormente…, fue en un momento de desesperación, espero que no vuelva a ocurrir…, siguiendo con lo que íbamos, te paraste de la mesa, sonreíste y dijiste –Eh la noche es joven, vamos a caminar!- Ja tenías que hacerlo, así eras tú…, el hecho es que sin decir nada me levanté , caminamos por unas cuadras sin decir nada hasta que decidí seguirte el juego (mala idea)
–Como te llamas?- sonreíste (como siempre)
y respondiste con esa voz de niña –Laura, me llamo Laura, y tú?
–Mmmm, me llamo Eric
–¿Okey Eric, no pareces de por aquí…, de dónde eres?, espera! ¿No, no me digas déjame adivinar… España?
–No
–Inglaterra?
–Noup
–Italia?
–Nep
– Alemania?
–jajaaj noup….
Es gracioso pensar que así nos conocimos aunque ahora no dejo de pensar en la ridiculez de habernos conocido siguiendo los estereotipos que tanto odiamos acerca de las películas norteamericanas… toda la noche dijiste países hasta que llegamos a mi casa, lo recuerdas?, lo gracioso es que te fue muy difícil adivinarlo ya que no tengo el acento de mi país, tiene sentido ¿cierto? Mi padre es de Turquía y mi madre es de Inglaterra, es de hecho bastante incoherente, creo que me descubriste (que no era de por aquí) debido a que para ese tiempo tenia el pelo muy pero muy amarillo, estaba afeitado, soy más alto que una persona promedio de este lugar, esa historia la conoces bien.
Ese misma noche, en mi casa no hicimos nada, nos dimos unos cuantos besos y tan enigmática como siempre has sido, te fuiste, temprano y obviamente dejándome con las ganas, fue un poco cruel aunque dejaste una nota, una nota con tu numero de teléfono que decía algo así como
–Me Caíste muy bien Eric el extranjero, aquí te dejo mi numero, llamame!
Cogí la nota, me levanté de la cama , desayuné cereales, (eran las 6 am) traté de vivir mi vida normalmente pero no dejaba de pensar en ti,que cosa tan rara, ese sentimiento de intriga no me había ocurrido las otras mil veces que me pararon en una panadería!, no me gusta el romanticismo y lo sabes pero es necesario expresar lo que pensaba en ese momento, algo que nunca te pude decir…, nunca me lo permitiste.
CARTA #3
¿No crees que era graciosa la manera en la que nos amábamos?, es decir, eramos parcos el uno con el otro y las pequeñas demostraciones de amor solo se daban con besos cortos o incluso con bromas… no he dicho esto en la carta anterior pero de hecho cada carta la escribo como lo que pienso en el momento, no hay trabas y trato de ser lo más coloquial, los formalismos no son más que mascaras incluso etiquetas , no es algo que tengo que recordarte, sin embargo puedo entender que si en algún caso y por algún motivo alguien más consiga obtener esta carta que con la historia que tengo, sería fácil hacer una novela, y tal vez el lector necesite entender el contexto.
¿En que íbamos?, siempre fuiste muy pero muy enigmática y bla bla… bueno, el cuento es que tus secretos siempre me intrigaron , me contabas muy poco y siempre fuiste esquiva cuando comentaba estos temas, ahora entiendo el por que.. no es un secreto fácil de guardar eh?, empecé a seguirte…todo esto fue cuando llevábamos unos cuantos meses de relación, para ser exactos íbamos a cumplir nuestro primer año… (ya veo el por que no te preocupaba cuando me iba de la casa, no era yo el que escondía algo, eras tú, irónico…).
El primer día no conseguí nada, fue duro encontrar tu apellido, nunca te creí el cuento que me echaste acerca de él, más bien, siempre me pareció algo así como… falso.. me gustó hacer lo que hice, pensaba que era el protagonista de mi propia novela policíaca, para serte franco, fue divertido espiarte aunque ahora en mi mente pienso que cada vez me convertía más en tu acosador, ya no se que pensar.
Al segundo día te seguí hasta una cadena conocida de televisión, pero a pesar de todos mis intentos de sacarle información a la persona de la recepción parece que solían ser bastante celosos con ese tipo de cosas.
Pasaron 3, 4 , 5 días, 1 mes, 2 o incluso 3 e incluso sin conseguir sacar más información decidimos casarnos en 3, 4 o 5 meses, no tuvimos una fecha exacta, lo gracioso de todo esto es que nunca me han gustado los simbolismos y los rituales que a mi parecer se vuelven sin sentido en la vida cotidiana de las personas, por lo tanto, la manera en la que te pedí el matrimonio fue un tanto…alocada… y planeada a la perfección para que no pudieras decir que no(algo que de hecho aprendí de ti). Para ese tiempo nos fuimos de “paseo”, era algo más como un viaje de trabajos en el que tenías que investigar la relación que había entre una de las más grandes mafias de latino américa con la mafia japonesa, al parecer estaban asociadas para dar de muerte a algunos dirigentes de ambos continentes para dar paso a su poder o algo así, no te puse mucho cuidado y sin chistar dije que sí aunque me pareció raro que ese fuera el trabajo de una periodista (con esto no quiero darle suspenso a la carta ni mucho menos, es solo información que vale la pena mencionar), planeamos todo muy bien, básicamente pedí días libres en el trabajo y aunque yo era el “nuevo” en la oficina y llevaba poco tiempo trabajando con ellos mi jefe en muy buen ánimo accedió a darme esos días con la condición de no más salidas por las tardes (en las que me dedicaba a perseguirte), accedí de inmediato a pesar de que quería conseguir más información , ¿pero pues, que mas hacía?.
Llegó el 13 de septiempre, al salir de la ducha te encontré hablando desnuda y sola mientras mirabas fijamente al espejo, parecías tener una conversación normal así que entré, te cogí por la espalda y te dí un beso en el cuello, lo recibiste asustada pero en menos de 2 segundos lo tomaste tranquilamente, te pregunté que hacías y respondiste en tono de burla:
-¿Acaso ya no puede una mujer verse al espejo?
-Si, si puede, es solo que cuando empieza a hablar sola me da curiosidad
-No es nada, son cosas de mujeres.
Puse mis hombros arriba en señal de que no tenía ni idea y allí terminó la conversación.